Curiosidades sobre Stonehenge
“Con una historia que se extiende durante casi cinco milenios, este monumento prehistórico, considerado como una obra maestra de la ingeniería, forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO y de las 7 Maravillas del Mundo.
A lo largo de los años se han desarrollado diferentes teorías sobre su origen y propósito, desde extraterrestres y gigantes involucrados en su construcción, hasta que Merlín, el mago de la Leyenda del Rey Arturo, fue su creador, pero estas son algunas de las muchas hipótesis más conocidas sobre este lugar.
Stonehenge fue construida por gente autóctona del lugar según las evidencias aportadas por el Carbono-14 que explica que uno de los monumentos más emblemáticos de la Gran Bretaña de la Edad de Piedra nació en tres fases. Éste fue, sin duda, un proyecto enorme que involucró a cientos de personas utilizando solo herramientas primitivas.
La primera fase de Stonehenge, se encuadra entre los años 3.000 a. C. y 2.500 a. C., donde el importante monolito del exterior, así como los famosos 56 agujeros de Aubrey tomarían forma.
Desde el 2.500 a. C., dos círculos concéntricos alrededor del monumento principal, forman las famosas “piedras azules”; que, junto a un camino de casi 3 km hasta el río Avon, constituirían una segunda fase con bloques trasladados desde puntos muy lejanos.
Finalmente, la tercera fase, hacia el 2.000 a. C. y hasta que Stonehenge fuese abandonado a su suerte en el 1.600-1.500 a. C., sería la que daría el aspecto que conocemos en la actualidad, con la formación que da lugar al círculo interno de las Piedras Sarsen, compuesto por 30 piedras labradas unidas por dinteles casi rectangulares (aunque hoy en día solo quedan en pie 7). En su interior se encuentra, el altar.
Al igual que con los orígenes del monumento, existen varias teorías sobre cómo las piedras llegaron a estar en la región. Algunos sugieren que los constructores neolíticos usaron trineos y troncos de árboles para formar rodillos, o que hicieron flotar las piedras en barca a lo largo de la costa galesa y hasta el cercano río Avon.
En el siglo XVIII el médico William Stukeley relacionó este monumento con los druidas, seguidores de una tradición espiritual celta muy similar al paganismo moderno, con la teoría de que el lugar fue construido por ellos como un templo. Aunque en la actualidad no hay evidencia de que los druidas estuvieran vivos en el momento en que se construyó, el sitio sigue siendo un lugar muy espiritual para dar la bienvenida al solsticio de verano e invierno.
Como ocurre con otras civilizaciones conocidas, resulta insólito como tantos miles de años atrás eran capaces de alinear el monumento con el solsticio de verano y con el ocaso del solsticio de invierno de manera casi milimétrica, aunque esto ha servido para que numerosos expertos y arqueólogos dieran con la solución.
Stonehenge es un observatorio, es decir, es un calendario. Desde el centro del monumento y fijando la mirada a la piedra denominada Heel Stone, se puede conseguir alinear ésta con el horizonte, logrando los días de solsticio que el Sol salga o se ponga sobre ella. Antiguamente, esto permitía a campesinos y ganaderos predecir con antelación la llegada de las estaciones para poder planificar sus actividades a largo plazo.
Otras excavaciones arqueológicas también han encontrado numerosos objetos romanos en la región, lo que sugiere que el sitio también tuvo una gran importancia para realizar rituales sagrados vinculados con el Sol durante la estancia de los romanos por Gran Bretaña.”
Texto: https://www.visitbritain.com/es/es/curiosidades-sobre-stonehenge-y-el-solsticio-de-verano
Montaje: Jorge Corróns Crespí