Madrid, 1935

¡Buenos días a todos! Esta semana tenemos el gusto de hablar con don Virgilio Leret Ruiz, aviador militar e ingeniero.

 

P: Buenos días, Don Virgilio y muchas gracias por hablar con nosotros hoy. Sabemos que tiene una agenda bastante complicada estos días.

R: Muchas gracias a vosotros. Me puedes hablar de tu, no soy tan mayor.

P: Perfecto. Empezando como siempre desde el principio, ¿que nos puedes decir de tu infancia? Naciste en Cuba, ¿no?

R: No, nací en Pamplona. Pero mi familia viene de Cuba. Después de 1898, mi familia se mudó a Navarra donde yo nací en 1902. Soy uno de ocho hermanos, dos de ellos mayores que yo. Y en Pamplona viví hasta que ingresé en la Academia de Infantería de Toledo.

P: ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Por qué te decidiste por la carrera militar?

R: Fue por un tema de tradición familiar, mi padre también es militar. Ingresé con 15 años y tardé tres años para graduarme como alférez. Mi primer destino fue Ceuta, donde estaba mi padre. Estaba destinado en el Regimiento del Serrallo 69.

P: No tardaste mucho en tener una experiencia en la primera línea del frente. Pero esa experiencia te sirvió también para aprender idiomas.

R: Sí, participé en la campaña de Marruecos que empezó nada más llegar al continente africano. Durante esos años pude aprender árabe y francés, que como ya sabes, se usa mucho por esas zonas. Después de dos años de guerra ascendí a teniente y me mandaron a otro batallón.

P: Allí no te quedaste mucho tiempo.

R: Efectivamente. Me mandaron a Larache en enero del 1923 y en septiembre del mismo año ya ingresé como alumno en la Escuela Central de Gimnasia, volviendo a Toledo. Por esa época también me interesé mucho por la aviación y, de hecho, empecé el curso en la Escuela en Albacete, pero mis obligaciones en Larache me impidieron terminarlo.

P: Pero eso no significó el fin de tu carrera de piloto. ¿Cómo pudiste compaginar las dos cosas?

R: Cambie de escuela. Me incorporé a Los Alcázares en Murcia y mis practicas las hice en Larache. En unos cuantos años llegue a tener el título, al final, me asignaron al 5.º Grupo Expedicionario. En ese momento también ascendí al título de capitán de Infantería por antigüedad y pasé a la Escuela de Pilotos de Alcalá de Henares.

P: Hablando de tus estudios, también tienes el título de Ingeniero Libre Mecánico Electricista.

R: Sí, tardé 5 años en sacarlo. El curso lo cursé por correspondencia en la Internacional Institución Electrotécnica.

P: Nada más de terminar todo eso y de casarte con tu esposa Carlota O´Neill Lamo se produjo la sublevación de Cuatro Vientos. Y terminas en la prisión. ¿Por qué?

R: Yo estaba en ese momento en Getafe, en la Escala del Servicio de Aviación. Cuando estalló la sublevación, nosotros recibimos ordenes de disparar a sus compañeros, cosa a la que me negué. Junto con Ramón Franco, Hidalgo de Cisneros y Queipo de Llano solicité del jefe de la base que nos permitiera no disparar. Por ese acto me consideraron un rebelde y me detuvieron. Mis tres compañeros huyeron a Portugal.

P: ¿Cuánto tiempo has pasado en la prisión? ¿Qué pasa después?

R: Afortunadamente, no mucho. Unos cuantos meses. Con la proclamación de la Segunda República Española me amnistiaron y continué mi carrera de militar.

P: Pero no libre de problemas. En poco más de dos años otra vez te has encontrado en la prisión. Y esa estancia ha sido fructífera para su vida de ingeniero, si se puede decir así.

R: Jajaja, se a que te refieres. Bueno, lo que pasó en 1934 fue lo siguiente. En un medio vi que un legionario había declarado que la Legión defendería España del comunismo y a raíz de ello, le manifesté al general Romerales que consideraba que esa declaración estaba en contra del decreto de no pertenencia a sociedades políticas. El general, decidió, en vez de investigar el asunto, ordenar mi arresto y la incoación de un expediente judicial. Fue durante mi estancia en prisión, cuando decidí dedicarle mi tiempo a algo que me interesaba mucho: diseñar un motor a reacción. Lo he patentado hace poco, con el nº 137.729 y lo he nombrado Mototurbocompresor de Reacción Continua

P: Por lo menos algo bueno ha salido de todo esto. Has sido nombrado también profesor de la Escuela de Mecánicos del Aeródromo de Cuatro Vientos.

R: Sí, pero no me puedo dedicar mucho a ese proyecto. Me voy a la Base Aeronaval EL Atalayón. Muchas gracias por invitarme y hasta pronto.

P: Muchas gracias por tu tiempo y mucha suerte allí.

 

*aunque los hechos presentados en esta entrevista son históricamente correctos, todo el dialogo es el fruto de la imaginación de la autora