Madrid, 1923

¡Buenos días a todos y bienvenidos, una semana más, a nuestro rincón en donde hablamos con los personajes más interesantes de la historia de España! Nuestro invitado de hoy es Don Fidel Pagés Miravé, que nos descubrirá el fascinante mundo militar. *

 

P: Buenos días y muchas gracias por estar con nosotros. Como siempre, me gustaría empezar la entrevista hablando de su infancia y educación.

R: Buenos días, gracias por su interés. Yo suelo decir que mi vida empieza realmente con mi ingreso como alumno de medicina en la Academia Médico Militar en 1908. Tenía 22 años y venía de un pequeño pueblo de Burgos que se llama Quintanapalla. De hecho, después de esta entrevista, me voy a mi pueblo, a pasar unos cuantos días allí.

P: Y, ¿qué nos puede decir sobre sus estudios en esa Academia?

R: En realidad, es se trató más bien de un curso que de unos estudios como tal. Tuve únicamente 9 meses de formación antes de partir para África. Mi primer puesto fue en el Hospital de Melilla donde, como sabe, en 1909 tuve mucho trabajo y mucho que aprender.

P: Los siguientes años los pasa entre Madrid y Melilla, si no me equivoco.

R: Efectivamente, hasta 1911. Fue entonces cuando ascendí al puesto del médico 1º y me dieron un nuevo puesto en Tarragona. Dos años más tarde, me casé y pasé una temporada en Ciudad Real.

P: Justo antes del gran conflicto europeo, del que vamos a hablar más adelante, usted recibe una serie de menciones honorificas. ¿Es por su servicio militar?

R: No precisamente. A parte de ser médico militar, trabajé mucho en la publicación de mis experiencias tratando a los soldados. Fue por esas publicaciones sobre el tratamiento de las heridas por arma de fuego por las que me dieron las menciones honorificas.

P: ¡Que interesante! Y por entonces empieza la Gran Guerra. ¿Cuál fue su puesto durante esos 4 años?

R: Sí, unos años de horror en Europa. Como bien lo sabe, España no participó en la guerra. Durante los primeros años del conflicto estaba destinado a Alicante, pero en 1916 me llamaron al Estado Mayor Central, aquí en Madrid. En realidad, se trataba de una misión que se encargó a España, como un país neutral. Viajé a Viena y desde allí con nuestro embajador en, por entonces Imperio Austro-Húngaro, visité los campamentos de prisioneros.

P: Después de la guerra, le fue consignada la denominación de capitán médico. ¿A que se dedica a partir de entonces?

R: Justo después de la guerra me hice cargo del curso teórico-práctico de enfermedades. Allí pude trasladar todo mi conocimiento a los jóvenes que en el futuro harán mi trabajo. Unos años más tarde, en 1921 volví a Melilla, como cirujano – jefe de equipo.

P: ¿Pero ahora está de nuevo a Madrid o sigue teniendo puesto en Melilla?

R: Ahora estoy de nuevo en Madrid. El año pasado me promovieron como comandante médico se de Sanidad Militar y cirujano en el Hospital de Urgencia de Madrid. De momento, estoy allí.

P: Muchas gracias por la entrevista y mucha suerte en el trabajo. Adiós.

R: Hasta pronto.

 

*aunque los hechos presentados en esta entrevista son históricamente correctos, todo el diálogo es el fruto de la imaginación de la autora