Madrid, 1948

Una semana más os damos la bienvenida a nuestro rincón de entrevistas. Hoy estamos hablando con una mujer extraordinaria, Carmen Angoloti, dama de la Corte y enfermera de la Cruz Roja.*

 

P: Buenos días, doña Carmen y gracias por aceptar nuestra intervención. Su vida es también la vida de la enfermería en España y nos gustaría compartir su historia con nuestro público. Empezando del principio, ¿qué recuerda de su infancia?

R: Me alegro de estar con ustedes. Bueno, creo que tuve una infancia más o menos normal. Nací en Madrid, aquí he vivido aquí toda mi vida. Mi padre era senador por la provincia de Orense y presidente de la Cámara de Comercio de Madrid. Me casé bastante joven, con 17 años y desde entonces ostento los títulos nobiliarios de duquesa de la Victoria y condesa de Luchana.

P: Una vez casada, la nombraron dama de la Reina, si no me equivoco.

R: No inmediatamente después, pero sí. Fui nombrada en enero de 1911, en la clase palaciega de la Real Casa y Patrimonio de la Corona de España. Eso significa que acompañaba a la Reina, doña Vitoria Eugenia a las actividades y actos de su agenda.

P: Pronto encontró el interés común con la Reina y se convertido en una de sus más cercanas amigas.

R: Así es, junto con la Reina me dedique a las iniciativas de cariz sociosanitario. Un ejemplo de eso son los dispensarios antituberculosos que fundimos en Madrid en 1914. Me dedique mucho a ese tema, incluso me nombraron vocal de la junta de patronato del Real Dispensario Antituberculoso Victoria Eugenia ese mismo año.

P: Su labor más conocida y reconocida se vincula con la Cruz Roja. ¿Cómo empezó todo?

R: Todo empezó en 1917, cuando inicie mis estudios para Dama Enfermera de la Cruz Roja Española. Es un curso de formación de los voluntarios sociosanitarios. Me titulé como Dama Enfermera de segunda clase el año siguiente y mi número de titulación es 52. Continué estudiando y en 1920 me examiné en la categoría de Dama Enfermera de primera clase.

P: Pero, además de formarse como enfermera, Usted ha trabajo sin parar para convertir la Casa de Salud San José y Santa Adela en Hospital-Escuela.

R: Sí, eso fue uno de los primeros objetivos de la Asamblea de Señoras de la Cruz Roja Española. Logramos abrir las puertas para los primeros enfermos en 1918. Trabajaba como voluntaria en pabellones, dispensario, quirófano y laboratorio y cuando era necesario, también visitaba a los enfermos en sus casas.

P: Uno de los retos más difíciles con los se ha enfrentado, ha sido su misión en Melilla después del Desastre de Annual. ¿Qué nos puede decir de esa misión?

R: Me fui a Melilla como delegada especial de la Reina, representándola como presidenta de la Cruz Roja y me quedé allí cinco meses. Durante ese tiempo estuve habilitando y organizando varios centros. Luego, una vez fui nombrada inspectora general de los Hospitales en la zona de Marruecos, gestioné la apertura de nuevos hospitales, realizando la inspección de los hospitales de campaña establecidos en primera línea de fuego y muchas cosas más.

P: Por toda su labor, en 1925 le otorgaron la Medalla Florence Nightingale.

R: Efectivamente. Se trata de una condecoración civil de carácter internacional otorgada por el Comité Internacional de la Cruz Roja a enfermeras con una contribución destacable en el campo de la salud y los cuidados. Fui la primera enfermera española en recibirla.

P: Felicidades. Después de la proclamación de la Republica, abandona la labor que venía desarrollando en Madrid desde su regreso en 1925.

R: Sí, acompañé a la reina y sus hijos a su exilio en París y luego me mudé a Marsella. A España volví justo antes de la Guerra Civil.

P: Fue una época muy dura para su familia.

R: Así es. El bando republicano nos detuvo en nuestro domicilio y a mi marido y a mi hermano los fusilaron. A mí me liberaron después de la mediación de Cruz Roja Internacional y poco después decidí volver a Marsella.

P: Después de la guerra, vuelve una vez más a España y continua con la labor de enfermera.

R: Tras la guerra me nombraron presidenta de los Hospitales de Cruz Roja en España y pude de nuevo dedicarme a mi labor relacionado con la enfermería. Hasta la fecha he podido fundar 15 nuevos hospitales y estoy supervisando una red hospitalaria a nivel nacional de 22 hospitales.

P: ¡Enhorabuena! Muchas gracias por hablar con nosotros y mucha suerte con su trabajo. Adiós.

R: Adiós.

 

*aunque los hechos presentados en esta entrevista son históricamente correctos, todo el diálogo es el fruto de la imaginación del autor