“De cuando se es igual pero con una larga distancia…”
Mira que ayer miraba con hasta un poco de melancolía
al paso de los años, los meses, semanas, los días
recuerdo aquellos tiempos escolares donde tu mano era
transporte de aquel niño, chaval medio, muy perdido
apostado en el muro del patio de aquel, aquel colegio.
A la una, después del último recreo, del último viento
meridiano de la jornada, después, patinaje y juegos
ópalo, otro tiempo de lo que hoy ya eres, campeona de invierno
nacida al triunfo como estrella brillante en el tiempo.
Delineante del baile, ballet, compás eterno del vuelo
enmarcada en el marco de la maternidad cumplida
lira de amor, belleza y un muy cargado sentimiento
gentil, espontaneo, natural y siempre, siempre certero
adoctrinado desde el corazón, desde la eterna belleza
de las bellas divas que en el espíritu te muestran, guían
onde sólo y sólo las grandes, como tú, sólo llegáis, llegan.