“De Cuando se es de insignia marinera”

 

Joven de espíritu marinero, alma de capitán

orado reluciente, corazón de fino diamante

allegado al ánima de la más brillante estrella

querida de la vela adormecida en el ancla

un ancla brillante en la base noble, verdadera

irisante, llena, rebosante, radiante de nobleza

natural de una voz, Sevilla, colosal de arte.

 

Principe del mar, Rey del océano y de la ola

recto, serio, profesional de la luz y del color

amatista, piedra brillante y angular el trabajo

dominante del encuadre, la claqueta y el faro

amistad ya para siempre en el corazón eterno.

 

Pensamiento aferrado a la ansiada libertad

ayer, hoy, mañana vuela en revuelo del barco

ganador de mil atraques de mil y un años

oficial de primera, capitán de mando

dejo inclinar mi cerviz y de rodillas oro, rezo

agradeciendo a Dios tu bondad del Universo.