La imagen, el sello, el después, la marca
asomada y ya para siempre, para la Historia.
Cirujanos, ¡Oh! que con el buril hacéis escultura
ilustrando el tobillo, por ejemplo, longitudinal
cálculo perfecto de geometría trigonométrica
alineada, perfecta al juego del juego articular
teñido por un siete, dibujo de plata y seda,
recuerdo de un momento y ya para siempre
ilustre firma del arte de la difícil cirugía
zig zag serpenteante y ya de por vida.