Madrid, 1977

¡Buenos días! Una semana más tenemos el honor de hablar con una de las mentes más interesantes de la historia española. Hoy tenemos el honor de hablar con Carlos Fernández Casado, gran ingeniero de caminos, canales y puertos. *

 

P: Buenos días don Carlos y muchas gracias por aceptar nuestra invitación para esta entrevista. También, enhorabuena por su ingreso en a la Real Academia de Bellas Artes San Fernando, sin duda alguna un reconocimiento bien merecido. Pero me gustaría empezar desde el principio. Usted nació en Logroño, si no me equivoco.

R: Muchas gracias por interesarse por mi y por sus amables palabras. Efectivamente, nací en Logroño en 1905. Crecí viendo los puentes de piedra y hierro sobre el Ebro.

P: ¿Por eso decide estudiar la ingeniería?

R: Sí, con 14 años ingresé la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. Para mí, era un mundo fascinante de ingenieros y científicos interesados en ese tema. Disfruté mucho.

P: Pero eso no es su único título. Tras acabar sus estudios en la Escuela de Madrid viaja a Paris.

R: Como becario, sí. Allí estudié en la Escuela de Radio de París.

P: ¿ Qué titulación obtuvo entonces?

R: Allí obtuve la titulación de ingeniero de Telecomunicaciones, profesión que no he llegado a ejercer todavía, jajaja. No se si ahora ya es un poco tarde…

P: De Francia vuelve a España y se instala en Granada. He leído que allí se hizo amigo de personajes muy interesantes.

R: A Granada siempre la guardo un cariño especial. Allí empecé a ejercer por primera vez, realicé mis primeros proyectos. Me vinculé a la Institución Libre de Enseñanza y entré en los movimientos vanguardistas. Sí, conocí y me hice amigo de Federico García Lorca y Fernando de los Ríos. No se si por ellos o no, pero decidí volver al aula y empecé mis estudios de Filosofía y Letras, licenciándose en la rama de Historia.

P: Al volver a Madrid, conoce a Félix Huarte y empieza su etapa madrileña.

R: Sí, Félix ya entonces tenía una empresa constructora muy importante. Sin ir más lejos, estaba ejecutando el proyecto de la nueva Facultad de Filosofía en la Ciudad Universitaria. Mi etapa madrileña, como usted lo denomina, fue interrumpida por la guerra… Me fui a Paris, pero no me quedé mucho. La guerra seguía cuando yo ya estaba de vuelta en Madrid.

Los años que vinieron después no fueron nada fáciles. Pero gracias al apoyo de Félix, me pude dedicar a mis ideas y proyectos.

P: Pasado el tiempo crea su propia sociedad, ¿no?

R: Así es, con mi hijo Leonardo y con Javier Manterola. Se llama Carlos Fernández Casado, S.L. Tenemos muchas ideas, espero poder realizar algunas.

P: Pero todo esto y tanto trabajo no le ha quitado las ganas de estudiar. Ha vuelto a las aulas.

R: Jajajaj, sí. De hecho, estaba al mismo tiempo el profesor y el alumno.
A principios de la década pasada accedí a la cátedra de Puentes de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Y hace un par de años comencé los estudios de Derecho y Psicología.

P: ¡Que interesante! Mucha suerte con todos sus proyectos y hasta la próxima.

 

 

 

*aunque los hechos presentados en esta entrevista son históricamente correctos, todo el diálogo es el fruto de la imaginación de la autora