Los Shaker fueron una secta religiosa que provenían de cuáqueros ingleses. Fueron perseguidos en Inglaterra por sus creencias religiosas, y su fundadora Ann Lee y posteriormente gran parte de sus seguidores emigraron a la costa este de Estados Unidos. Su época de apogeo fue la última mitad del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX. Llegó un momento en el que empezaron a disminuir sus ingresos agrícolas, entonces decidieron dedicarse a la venta de mobiliario.

Los Shaker establecieron unas bases que quedarían presentes en su estilo de vida, y por tanto, en los muebles que fabricaban. Buscan la perfección a través de la austeridad que parten de las mismas bases del minimalismo. Los objetos debían de ser puros y simples como una oración. La ornamentación era innecesaria e incluso un pecado de orgullo. Partían de un estilo rústico buscando la simplicidad con productos absolutamente artesanales.

Los Shaker colocaban una especie de tablón de madera en la pared con colgadores para allí colgar sus vestimentas, herramientas y sillas, así se evitaba el desorden en la habitación y se conseguían espacios diáfanos y despejados. Además, para dar una mayor movilidad a muebles de mayor tamaño y poder facilitar la limpieza, añadían ruedas a parte de su mobiliario.

Si os sonaba la palabra shaker, probablemente no lo asociabais a una secta religiosa, y eso es porque los armarios tipo shaker, llevan siendo tendencia unos cuantos años. Estos armarios de cocina, simples pero elegantes, tienen su procedencia de este estilo histórico tan peculiar. Pero, adaptándose al paladar del siglo XXI.

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